domingo, 21 de octubre de 2007

Monarquia vs República

República o Monarquía. El debate está servido. Partidarios y simpatizantes de ambas posturas se encuentran hoy más que nunca en un debate que parece no tener fin a raíz de las quemas de fotos por parte de republicanos.

Personalmente yo también tengo mis preferencias, aunque todo sea dicho, las intento sustentar con razones lo más objetivas y lógicas posibles.

De las principales críticas populares a la monarquía, las más habituales son:
- Es un derecho concebido por nacimiento (es lo que más duele a los sectores menos favorecidos de la sociedad), que por el hecho de ser "hijo de" ya tienes "la vida solucionada".
- Gasto excesivo por las competencias que tienen (partida de 8 millones de € en los presupuestos generales del Estado).

La crítica al gasto en los presupuestos de la casa real, es una crítica inducida sin ningún fundamento, porque todo jefe de estado tiene un presupuesto para sus tareas, como las que tiene el Rey en España con las que sustenta toda su familia, y la cifra destinada en otros países es, a veces, más alta que la de la casa real.

Sobre el tema de la sucesión por nacimiento, el análisis es ya más complejo, y para ponerlo en perspectiva, intentaré distinguir 2 escenarios diferentes, el teórico y el circunstancial.

Teóricamente, la herencia institucional tiene ventajas e inconvenientes:
Las críticas más claras son relativas al nivel medio de eficiencia de la persona del cargo, que es totalmente invariable e impredecible (si el rey de turno nos sale bien, fantástico, y si no, pues a pringar) y que es un hecho que no deriva de la pública elección, es decir, no se rige por un sistema democrático la elección del monarca.

Los contrapuntos son, que, a nivel utilitarista, sale bien de precio (ahorro de meetings y campañas electorales y toda la parafernalia) pero sobretodo digamos que la principal ventaja es la imparcialidad del cargo, es decir, dicha personalidad está oficialmente desvinculada de cualquier ideología, y por tanto sobre el papel su rol es de neutralidad.

Si aplicamos esta teoría en "nuestra circunstancia" podemos ver que: en una sociedad como la nuestra, dividida históricamente por "las 2 Españas" (la guerra civil NO fue entre un malo maloso contra todo un pueblo unido, si no que fue un enfrentamiento entre las 2 grandes tendencias de la sociedad, la derecha y la izquierda) sigue incluso hoy en día en permanente enfrentamiento, por suerte no bélico sino dialectal (solo hace falta mirar las noticias).

Por suerte después del fallecimiento de Franco, con los 2 diferentes frentes aun presentes en la sociedad, la postura de los líderes de ambos lados delante durante la transición fueron impecables: construir a partir de lo que nos une y no de lo que nos separa. La figura para conducir este período a partir del 78, tenía que ser una figura pública y neutra, de allí la figura del Rey.


Por otra parte, ya sabemos los resultados que han tenido las 2 repúblicas previas en nuestro país. La 1ª casi nos lleva al desastre y la 2ª nos llevó en volandas... por eso, el hecho que el máximo e último responsable no forme oficialmente parte de ninguna ideología en un país como el nuestro encuentro que es algo ideal y necesario, pues supone la imagen viva de la unidad del país, mas allá de las diferencias ideológicas que tengamos, que nos guste o no nos guste la persona, que sea más o menos inteligente.

Por todo esto, considero que, hoy por hoy, una monarquía seria y robusta es lo que necesita España.


Los problemas surgen cuando hay ostentación de yates, casas y patrimonio en general que es excesiva por parte de la casa real. Ahí hay que tener cuidado...

lunes, 1 de octubre de 2007

El Público

Pues los rumores son ciertos...el grupo Prisa y el Gobierno se han medio enfadado.... que cosas...

Pues como está el patio! entre los herederos de Polanco y Cebrián peleándose por adueñarse del trono del imperio, nos encontramos con un hecho transversal que pone patas arriba el status quo del matrimonio PSOE-PRISA. Si si, hablamos de La Sexta, o lo que es lo mismo, Mediapro, grupo que se erige de entre los portentos mediáticos españoles y, no solo contento con tener una televisión, ahora apuesta incluso por la versión impresa: El Público.

Los amiguetes de Mediapro están que no paran. Le han declarado la guerra del fútbol al todopoderoso grupo de la Ser con el beneplácito de un gobierno que ahora juega a dos bandas.

El hermanito pequeño de El País nos ha salido revolucionario (o será Zapatero que les ha hecho pasar de vueltas) pero la cuestión es que el presi, después de concederles la licencia de emitir en abierto (algo que también ha hecho con Cuatro y Localia) ahora se encuentra con otro medio de imprenta que le es afín.

No hay nada que me dé más miedo que un presidente de Gobierno que solo de licencias de medios audiovisuales a sus amiguetes...