miércoles, 23 de mayo de 2007

La tele como ventana hacia el aburrimiento

Haciendo zapping a uno le parece como si el mundo solamente debatiera temas de cafetería barata. Que si cambios climáticos.... seguridad en las carreteras....... pobreza en el tercer mundo.....estatutos de autonomía.... que agobio.

Cada vez encuentro más triste el debate que se ha generado sobre la telebasura. La alternativa a la televisión de mala calidad cual es? los documentales? los programas culturales? los telenotícias? Es como si el mundo solo girara en torno a estos "grandes" problemas que la ONU y los gobiernos quieren solucionar, y como prometiéndonos que, una vez estén solucionados, ya todo será la monda.

La televisión cultural nos atonta casi tanto como la telebasura......se plantean una serie de soluciones parciales que intentan esconder el problema de fondo del ser humano....el problema del significado. Es que acaso cuando no haya sufrimiento, no haya pobreza, no haya calentamiento global...ya será todo perfecto? ya nos bastará todo?

Parece como si el mundo quisiera vivir de utopías futuras mientras nos perdemos el problema del ahora........el problema del yo.....

La cultura nace como respuesta ultima a esta hipótesis de significado....pero el problema de la cultura actual es que niega que haya un problema....

Actualmente todo se diluye en un mar movido por corrientes relativistas en las cuales la afirmación de una necesidad intrínseca al hombre queda totalmente marginada o relegada al ámbito de lo privado, es decir, se relativiza. Nos preocupa la educación de la ciudadanía y la ética; el ser tolerantes e dialogantes; el ser ecologistas y buenas personas; el ser eficientes y tener éxito.

Pero ... ni un murmullo respecto la insatisfacción constante que producen las cosas, el caos y la confusión de la gente (sobretodo de los jóvenes), los suicidios, la falta de certeza sobre la vida y todas estas experiencias cotidianas en las que percibimos nuestra dependencia, que no nos bastamos a nosotros mismos y que, para poder controlar, siempre tenemos que renunciar a algo...

Solo la verdadera educación, aquella que no reduce el hombre a un mero ser formal, cuantificable y controlable, sino como un ser de deseo infinito, es la que puede generar hombres libres.


“Si quieres construir una nave, no reúnas a los hombres para hacerlos recoger la madera, para distribuir las tareas y dividir el trabajo, sino enséñales la nostalgia del mar amplio e infinito”. Antoine de Saint-Exupéry

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